#52: George Yúdice George Yúdice (Universidad de Miami, EE.UU.) en Proyecto CasaMario. Innovación social a partir de la interacción de saberes. Jueves 9 de noviembre, 19.30 hs. Disertación: «Hacia un nuevo paradigma institucional: Casa Gallina (México) y MediaLab-Prado (Madrid)” Casa Gallina en la Ciudad de México, y el MediaLab-Prado en Madrid, dos experiencias que procuran crear una nueva institucionalidad ya no principalmente artística sino de invención e innovación más íntegramente social. Ambas corresponden, a mi ver, al llamado a “transforma[r] las instituciones existentes mediante la invasión transversal de ideas cuya audacia está relacionada con (y a veces es mayor que) la de la imaginación artística” (Claire Bishop, Infiernos artificiales: Arte participativo y políticas de la espectaduría). Ambas iniciativas entienden a la gente que participa en sus espacios y procesos como usuarios, término que se traslapa con pero subraya otra manera de interactuar, hecha más palpable en la era de internet en que vivimos. Se trata de un cambio de paradigma, de manera que el usuario – en la formulación de Stephen Wright – sería un concepto más apropiado para nuestro entorno digital, en que el fenómeno del hackeo ha entrado en vigor: “el hacker se refiere a alguien que entra sin autorización en redes de producción de conocimiento de todo tipo y libera ese conocimiento de una economía de escasez” (Wright, 2013: 32). Más aun, el valor del hackeo tiene que ver con una forma de colaboración: “la contribución anónima a configuraciones que se usan colectivamente, en el espíritu del software libre” (Wright: 33). Desde luego, la participación y la colaboración son prácticas que se han ensayado en varios tipos de experiencia estética (p. ej., la danza y teatro), pero se vuelven principios de actividad cotidiana en nuestra contemporaneidad, con usos banales (tuiteos y facebucazos) y otros más complejos (Wikipedia, Occupy, 15M). Wright se pregunta cómo sería un museo 3.0, “donde el uso, y no la espectaduría, sería el modo clave de relacionalidad; donde el contenido y el valor que engendra son mutualizados para la comunidad de usuarios?” (40). Casa Gallina y el MediaLab-Prado, si bien no son museos – y mejor que no lo sean ya que sería más difícil transformarlas – son buenos ejemplos de la institucionalidad 3.0. Texto de referencia: “Hacia un nuevo paradigma institucional: Casa Gallina (México) y MediaLab-Prado (Madrid)” (en prensa, revista Atlántica Nº 59). Viernes 10 de noviembre, 19.30 hs. Disertación: «Colaboración de las universidades con las comunidades» La conferencia trató de la tentativa de adaptar las experiencias de Casa Gallina y el MediaLab-Prado a una universidad de artes. Ambas experiencias desarrollaron mecanismos y procesos de mediación para que los ciudadanos se apropien de estos espacios y en colaboración con personas de distintos saberes y formaciones (inclusive sin formación) ideen propuestas de trabajo que requieren esa interacción de saberes. El resultado es descubrir nuevas formas de hacer. En una universidad (o cualquier otra institución) este procedimiento conduce a una forma de aprendizaje no contemplada en los currícula. Las universidades suelen tener departamentos de extensión en los que profesores y alumnos llevan programas culturales o de capacitación a las comunidades, o que invitan a las comunidades a presenciar actividades diseñadas en la universidad. En la experiencia con esta universidad de artes se promovieron formas de hacer que surgieran en la colaboración de docentes, alumnos y miembros de comunidades diversas, con saberes diversos. Por diferencia con el la propuesta de Rancière en El espectador emancipado, no se trata de varios aprendices y un profesor, que invierten su papel, generando aprendices emancipados y un profesor ignorante, sino que todos son a la vez aprendices y profesores.